Un año más (y ya van cinco), la ONG Ecologistas en Acción ha «otorgado» los Premios Sombra a los anuncios que han destacado en este último año por transmitir valores machistas, discriminatorios, irresponsables, insolidarios o consumistas.
En su página Web podeis consultar los anuncios publicitarios y las empresas que todavía, en pleno siglo XXI, prefieren dar una imagen distorsionada y discriminatoria de la realidad y siguen apostando por una sociedad consumista, insostenible e insolidaria.
Entre todas ellas destaca, por ejemplo, el esfuerzo de Antena 3 TV con el programa «El Estirón», en el que al mismo tiempo que promueve hábitos alimenticios perjudiciales -en teoría para combatir la obesidad infantil- se aconseja el consumo de productos de pescado de procesado industrial, recomendando marcas concretas, cuando justamente son estos procesados industriales los menos recomendados por los nutricionistas. Ello sin entrar en que dichas marcas son corresponsables- como denuncia dicha ong- de la expoliación de los caladeros pesqueros y del empobrecimiento de las poblaciones pesqueras de los países del Sur.
El Premio «Lavadora verde» se lo lleva este año la campaña publicitaria de Repsol por «Construir un mundo mejor es un premio para todos«, desde luego, un mundo mejor para ellos, obviando todos los problemas ambientales que la petrolera produce en varias partes del planeta y que tiene intención de seguir ocasionando, por ejemplo, en Canarias, con la oposición, incluso del propio gobierno isleño.
Por último (aunque EA otorga 11 premios que podeis conocer en http://www.ecologistasenaccion.org/article23305.html), me gustaría señalar también el premio a la «visión más destructiva del medioambiente», el premio «chimenea», a la compañía aseguradora Linea directa por su spot «Seguro de motos scooter» por su difusión de una imagen despectiva del transporte público, afianzando valores individualistas y antisociales.
Esta aseguradora es todo un clásico de este tipo de mensajes, pues ya en otro spot de 2009 nos vendía que «ir en transporte público está muy bien, pero ir en tu scooter es mejor”. En otro reciente anuncio televisivo dirigido al público joven, era la marca Fanta la despreciaba el uso del transporte público.
Estos anuncios son sólo la punta del Iceberg de una praxis publicitaria que, ética aparte, deja mucho que desear. Sin olvidar que la publicidad es un recurso para la creación de nuevas necesidades y venta de nuevos productos que las satisfagan, parece claro que los códigos de autorregulación de la propia industria no es eficaz ni tampoco lo es el debido control de las administraciones respecto de algunos mensajes o programas, especialmente aquellos dirigidos a menores.
Por ello, el trabajo de entidades como Ecologistas en Acción, con estos «Premios Sombra», nos recuerdan que debemos de estar alerta y que, al menos en el campo de la publicidad, «no es oro todo lo que parece».
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