Hace unos días visitamos una de las zonas del sur de Galicia más singulares y que cuenta con un mayor potencial desde el el punto de vista del turismo de naturaleza. Me refiero a la parte gallega de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés y cuyo territorio es sorprendentemente mucho más conocido y visitado por nuestros vecinos lusos: las tierras de Lobios, donde se encuentra la sede del parque natural.
En otra ocación hablaremos del Parque, pero hoy lo haré de Lobios y el Río Caldo, uno de los ríos termales mejor conservados de Galicia, y que ya los romanos habían descubierto en sus incursiones por la antigua Galaecia.
Es conocido que la Antigua Roma es la civilización que mayor aprecio ha tenido siempre por los mantantiales termales, siendo los baños romanos una auténtica liturgia para cualquier civitas (ejemplo de ello son los baños de Bath, en un estado de conservación magistral).
Lobios no podía ser menos y a principios del Siglo I D.C. los romanos dieron a conocer al Imperio los baños de Riocaldo (afluente del Limia).
Hoy en día nos encontramos con un balneario privado (Hotel-balenario Lobios-Caldaria) y con una piscina pública gratuita de aguas humeantes, donde las aguas termanles que manan a 77 grados de temperatura se mezclan con las algo más frías del río caldo.
En este entorno se encuentra también un paseo fluvial y varios senderos que recorren la orilla del río y ascienden hacia la Fervenza da Corga da Frecha o hacia los restos arqueológicos de la mansión romana de Aquis Origis.
Pero en Lobios podemos encontrar muchas más posibilidades de disfrutar de la naturaleza. El Parque Natural do Xurés ofrece numerosas opciones para practicar turismo activo en sus montañas y ríos: senderismo, barranquismo… Sin olvidarnos de los famosos productos gastronómicos locales: ecomuseo dos queixos do xurés.
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